En Mimara Fontscaldes creemos que cada persona merece un espacio seguro, digno y estable donde desarrollarse a su propio ritmo. Nuestro modelo de atención se basa en el respeto profundo por la historia de vida de cada residente, integrando el acompañamiento terapéutico con la creación de una convivencia real, donde se fomentan la autonomía, la autoestima y la participación activa.
Nuestro equipo multidisciplinar trabaja con una clara vocación rehabilitadora, ofreciendo apoyo emocional, seguimiento clínico y herramientas para fomentar el desarrollo personal. Cada residente tiene un itinerario de acompañamiento personalizado que busca favorecer su autonomía, respetando su ritmo, sus capacidades y sus necesidades.
La atención se centra tanto en los aspectos clínicos y asistenciales como en los relacionales y comunitarios. Promovemos una convivencia estructurada pero flexible, en la que cada persona es escuchada y tenida en cuenta, y donde el vínculo y la estabilidad emocional son clave para avanzar.
